lunes, 28 de mayo de 2007

Como trabajo de cierre de la asignatura debíamos seleccionar una élite objeto de estudio, analizar sus características y complararlas con las de otras élites.
En este blog hemos optado por un análisis de las DIPUTADAS ESPAÑOLAS durante la LEGISLATURA 2004-2008, es decir, un análisis de nuestra élite parlamentaria desde una perspectiva de género, intentando desentrañar hasta dónde llega la tan manida paridad destacando sus logros y limitaciones.


LAS DIPUTADAS ESPAÑOLAS
(Análisis de la élite parlamentaria desde una perspectiva de género)

INTRODUCCIÓN
Históricamente las mujeres han estado marginadas entre las élites políticas de todo el mundo. Tras décadas de lucha feminista por fin se fueron logrando los primeros logros en materia de igualdad legal y política a comienzos del siglo XX. Sin embargo todavía quedaba mucho camino por recorrer en materia de oportunidades para que esa igualdad se hiciera efectiva.
Muchos pensaron que el tiempo traería por sí solo la paridad pero otr@s clamaban por el establecimiento de medidas políticas que la impulsaran. Éste último método ha sido el escogido en la mayoría de democracias occidentales con el establecimiento generalizado de cuotas femeninas más o menos ambiciosas, siendo España uno de los casos más destacables.
Como sabemos en los últimos años y especialmente durante la actual legislatura socialista la mujer y sus derechos están ocupando cada vez más espacio político, social y mediático. El hasta el presente conocido como Congreso de los Diputados a secas no ha escapado a esta tendencia: hoy las diputadas ocupan un tercio de los escaños, cuando en la anterior legislatura sólo eran una cuarta parte, y para los próximos comicios está legislada la paridad en las listas electorales.
A corriente de esta tendencia en el presente trabajo vamos a tratar de describir y analizar el perfil de las parlamentarias españolas así como comparar su situación actual con la pasada y con la de sus colegas masculinos.

ANÁLISIS COMPARATIVO
De los 1.798 españoles que en algún momento han sido diputados nacionales sólo 318 han sido mujeres. Hoy las cosas parecen haber cambiado y aunque pasarán décadas antes de que podamos reequilibrar el dato anterior sí se están dando pasos de gigantes en la consecución de la paridad en el presente.
Así en la actual legislatura hay un total de 126 diputadas de las cuales 76 pertenecen a las filas socialistas, 42 al Partido Popular y 8 al resto de formaciones. El PSOE habría aumentado su porcentaje de diputadas en más de un 11% con respecto a la legislatura anterior (habiendo ocupado éstas 30 de los 39 nuevos escaños) y el PP también su presencia femenina en un 3% a pesar de la pérdida de escaños.

PRESENCIA DE MUJERES EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
(periodo legislativo 2004-2008):
Si echamos la vista aun más atrás considerando todas las legislaturas de nuestra presente democracia observamos una notable evolución, con el punto de inflexión de la legislatura 89-93. En esa 1988 PSOE y PCE empezaron a poner en funcionamiento las cuotas femeninas del 25% (ampliadas por los socialistas al 40% en el 96) y del mismo modo el PP ampliaría en los ejercicios posteriores el porcentaje de sus diputadas aunque sin establecer nunca cupos prefijados. Las exigencias feministas siempre han encontrado mayor acomodo en los partidos de izquierdas mientras que las derechas se han mostrado tradicionalmente reticentes a las medidas de discriminación positiva.

PRESENCIA DE HOMBRES Y MUJERES EN EL CONGRESO
(Evolución histórica)

Circulación y profesionalización (La tasa de permanencia femenina: la falsa paridad)
Profundizando en un análisis más exhaustivo podemos comprobar cómo el grado de permanencia de las diputadas en sus escaños es menor que la de sus colegas varones. Es decir, el liderazgo de estas mujeres de élite no llega a consolidarse en condiciones de igualdad. El promedio de permanencia de los diputados es de 8-10 años mientras que el de las diputadas se queda en 5,2 años. Y el 20% de los varones permanecen tres o más legislaturas en sus escaños por un 2,8% de mujeres.
Es más, una constante muy extendida es que ellas sólo permanezcan una legislatura y después sean sustituidas por otras. Es el caso del 60% de las diputadas por el 47 % de los diputados. Esta característica avala la tesis defendida por los más escépticos de que las mujeres políticas son seleccionadas para aportar imagen al partido, por lo que muchas veces son más jóvenes y se renuevan con mayor frecuencia para dar la impresión de que tienen más presencia en las filas partidistas. De hecho la mayoría de los independientes incorporados a las listas por los partidos son mujeres, de modo que son más fácilmente descartables al final de legislatura.
En esta tabla podemos ver la decreciente evolución de la permanencia de los diputadas. Curiosamente a la par que ha aumentado la presencia femenina en el Congreso ha disminuido su permanencia y por tanto la consolidación de su liderazgo. Consecuencia de esto es que las diputadas cuentan con menor experiencia que sus compañeros, con todo lo que eso supone de pérdida de facultades y de peso personal para alcanzar los grandes puestos ejecutivos. Sólo 3 diputadas, Ana Balletbó (PSOE), Carmen del Campo Casasús (PSOE) y Celia Villalobos (PP), han permanecido seis legislaturas en el Congreso (ninguna 7 o más).
Un dato a destacar en este sentido es la considerable diferencia en los grados de permanencia parlamentaria entre PSOE y PP. El porcentaje de diputadas que repiten una legislatura en el grupo popular es del 50%, 26% dos legislaturas y 7% tres o más. Por su parte el grupo socialista presenta porcentajes mucho menores, 30%, 18% y 5% respectivamente. En el caso de los diputados pasa un tanto de lo mismo. Estos datos pueden interpretarse como reflejo de la mayor tendencia al inmovilismo en la derecha o también como un ejemplo de la cortina de humo que suponen las políticas de cuotas, que se quedan en lo numérico sin atender a la desigualdad de fondo.

Formación y estudios.
En el apartado nivel de estudios no se observan diferencias sustanciales entre hombres y mujeres. La mayor parte de la élite parlamentaria son licenciados universitarios, si bien los porcentajes de estudios menores tienen más peso que en otras élites.
Donde sí podemos constatar ciertas divergencias es en el tipo de estudios. Al igual que entre los diputados, entre las diputadas también predominan los estudios de Derecho, sin embargo entre éstas son muy frecuentes los estudios de Filosofía y Letras, quizás como consecuencia de la herencia de un pasado donde las chicas tenían menor acceso a los estudios universitarios y dentro de éstos podían distinguirse carreras masculinas y femeninas. Además entre las profesiones la más común entre los diputados es la de abogado mientras que en el caso de las diputadas son funcionarias y profesoras universitarias.

Edad de las élites.
La estructura de edades de las mujeres parlamentarias tampoco presenta excesivas diferencias con sus compañeros. Predominan los tramos de edad avanzada como es habitual en la élite política, especialmente la que va de los 46 a los 55 años.
Sí que hay una nutrida incorporación de mujeres jóvenes provenientes de las cúpulas de las secciones juveniles de los partidos. Sin embargo el dato expuesto justo antes desmiente la hipótesis de la incorporación de mujeres preferentemente jóvenes para dar una imagen atractiva a los partidos. La incorporación tardía y poca permanencia explicarían el menor peso de la cohorte de 56-65 años entre las diputadas.
Como reflejo del escaso peso que tradicionalmente las mujeres han ocupado en los órganos ejecutivos de sus partidos podemos analizar la extracción de las diputadas según cohortes de edad. Así según pasamos de las cohortes de mayor a las de menor edad observamos un porcentaje creciente de diputadas extraídas directamente de las estructuras orgánicas de poder de los partidos. Puede que de continuarse esta tendencia en el futuro la tasa de permanencia de las diputadas en sus escaños, que tiende a corresponderse con su peso en el partido, se eleve hasta alcanzar los niveles de sus colegas masculinos.

Procedencia geográfica.
La procedencia geográfica es otro de los factores que se incluyen en el estudio de las élites. Como consecuencia de su naturaleza representativa la élite parlamentaria distribuye su procedencia de forma proporcional por todo el territorio nacional. No obstante al tener mayores dificultades para encabezar listas dado su menor peso en el interior de los partidos, las diputadas suelen provenir en mayor medida de circunscripciones grandes.
Lo que sí podemos constatar es la extracción abrumadoramente urbana de la élite parlamentaria en general y femenina en particular.

Orígenes sociales y situación socioeconómica.
La situación socio-económica y orígenes sociales de las diputadas también se corresponde con la de sus colegas masculinos. Provienen en su mayor parte de familias acomodadas de clase media-alta y una vez en sus puestos cobran en torno a 5.000 euros, sueldo por cierto bastante inferior al de muchos profesionales del sector privado con formación semejante. Suponemos que en tan altas esferas del poder del Estado no encontraremos casos de discriminación salarial por razón de sexo.

Por último la situación familiar es otro de los puntos donde se pone de manifiesto la disparidad de obstáculos para ejercer la carrera política según sexos.
Aunque no aportamos datos estadísticos sí parece que las diputadas tiene porcentajes mayores de soltería, separación y divorcio. Paralelamente también es superior el porcentaje de diputadas con ninguno o pocos hijos. Quizás la recientemente creada guardería del Congreso ayude a paliar esta dificultad añadida, así como es de prever que las tasas de soltería y divorcio se igualen al alza en el futuro.


CONCLUSIONES
A lo largo de este trabajo hemos expuesto datos y tablas que muestran la situación de la mujer entre la élite parlamentaria española. El retrato robot de la diputada española sería: casada, 48 años, licenciada en Derecho, que previamente habría desempeñado un cargo representativo o ejecutivo.

Todo indica que su presencia ha ganado un enorme peso desde la instauración de la democracia. De un 6% (20) de mujeres en 1979 hemos pasado al 36% (126) en 2004.
Sin embargo el dato que más llama la atención es la menor permanencia en el cargo de las diputadas. Parece funcionar un sutil mecanismo de renovación por la vía de las mujeres que mantiene intacto el cupo al tiempo que impide la consolidación del poder femenino y garantiza el puesto de la nomenclatura masculina. Para ello incorporan mujeres profesionales o independientes que supongan menores problemas de sustitución.
En el fondo de esta situación se encuentra el menor poder orgánico de las mujeres dentro de sus partidos. Las Cámaras reproducen los mismo hábitos de permanencia que se dan en el interior de los partidos, esto es, mujeres con menor nivel de consolidación y por tanto menor poder orgánico. De este modo las designaciones para candidatos parlamentarios se hacen desde unos órganos partidistas predominantemente masculinos. Otro mecanismo para minimizar la presencia de mujeres salvando el sistema de cuotas electorales es colocándolas al final de las listas sin posibilidades de salir elegidas. Para evitarlo está el sistema de listas abiertas o también el sistema cremallera que alterna hombres y mujeres en las listas.
En definitiva, una reivindicación crucial para los colectivos feministas es que la paridad se ejerza desde las propias mujeres, siendo éstas las que seleccionen también a los candidatos y candidatas y así evitar que éstas se conviertan en mero apéndice del macho líder. Como hemos señalado en el análisis comparativo cada vez más mujeres de la élite parlamentaria provienen de ocupar con anterioridad cargos importantes en el partido. Por ejemplo desde 1996 el PSOE cuenta con cuotas paritarias (entre el 40 y el 60%) en sus órganos ejecutivos.

Una última queja recurrente es que una vez que las mujeres alcanzan puestos directivos se las encomienda a departamentos determinados que reproducirían la imagen familista y cuidadora de la mujer (departamentos de la mujer, de servicios sociales, de educación, de medio ambiente...) cuya importancia es bastante menos sustanciales que la de otros. En este sentido el nombramiento de Maria Teresa Fernández de la Vega como Vice-Presidenta del Gobierno ha supuesto un salto importante.

En resumen, el gran crecimiento de la representación femenina en la élite política se ve deslucido por su baja consolidación y permanencia. Por otra parte las políticas de impulso de la paridad en la élite política se ven contradecidas por una diferencia real de género a nivel de calle en cultura y participación política. Ante esta situación muchas mujeres de éxito se han desmarcado de la filosofía de cuotas defendiendo que cada una ha de ganarse las cosas por sí misma a lo que las feministas responden aduciendo que su éxito no habría sido posible si antes otras mujeres no hubieran luchado por sus derechos colectivos.

miércoles, 16 de mayo de 2007

COMENTARIO AL TEXTO DE FEEMAN La Tiranía de la Falta de Estructuras:


Ya lo dijo Michels, los defensores de la democracia suelen regirse mediante estructuras no demasiado democráticas. ¿Culpa de las personas o de la organización? Seguramente Jo Feeman responda lo segundo: si ni siquiera los grupos más alternativos, más asamblearios, más progresistas y bienpensantes en definitiva, son capaces de escapar a las tendencias elitistas es que es la propia dinámica de las organizaciones la que lleva a ellas.
Claro que es más fácil mantener el mismo discurso alternativo cuando no sabemos o no queremos darnos cuenta de en lo que nos hemos convertido. Por eso es tan crucial en los movimientos sociales que las estructuras (inevitables para Feeman) permanezcan informales, es decir, invisibles incluso para la mayoría de sus miembros. Muchas veces esta mayoría silenciada se conforma con el estar el detrimento del ser: lo importante es pertenecer al grupo, estar dentro, figurar y llevar la chapa, aunque a la postre apenas pinten nada en la toma de decisiones.
Para más inri los grupos aparentemente horizontales pero con estructuras informales implícitas favorecen la aparición de hegemonías de escasa legitimidad en la medida en que se han consolidado sin ningún control ni procedimiento democráticos. Estas élites aprovechan la cortina de humo de la falta de estructuras para asegurarse el seguimiento por parte del grupo de las propuestas que ellos mismos impulsan. Más que de normas sólo conocidas por la élite cabría hablar de tácticas persuasivas y manipulativas (pues la propia noción de norma implica conocimiento público), siendo un clásico la de distribuir a los partidarios de una misma opción por distintos lugares de la asamblea para dar la impresión de que dicha opción está muy extendida.
El establecimiento de una estructura formal sería pues la única solución para hacer visible y de derecho este poder de hecho.
¿Quién puede escapar entonces a la lógica oligárquica de las organizaciones? Curiosamente sólo el cínico individualista, justo el reverso de los movimientos sociales.

lunes, 26 de marzo de 2007

Existen elites diversas en los diferentes ámbitos de poder y niveles territoriales. Construye un post en tu blog con diferentes tipos de elites y enlaces a personas concretas u organizaciones /instituciones que puedan servir de ejemplo.
En concreto, deberías recoger:
Elites Locales Alcalde de Valladolid / Ayuntamiento de Valladolid: amplia información sobre las actividades municipales

Elites Forales Diputación Foral de Bizkaia
Elites Autonómicas PSM-PSOE PP Madrid Asamblea de la CAM

Elites Estatales Presidencia del Gobierno: enlaces para acceder a todo el organigrama gubernamental; contacto personal con ZP Elites Supraestatales Presidente Barroso de la Comisión Europea: incluye declaración de patrimonio de los miembros de la Comisión así como una dirección de contacto
Elites Gubernamentales Ministerio del Interior: serio e informativo Ministerio de la Vivienda: desenfadado

Elites Parlamentarias: Grupo Parlamentario Popular: acceso a las propuestas populares y contacto Gustabo de Arístegui: blog personal
Elites en la Administración Publica
Elites en las Organizaciones Políticas


CASOS PARTICULARES:
Como ejemplo de élite que simultanea varios puestos de poder he escogido a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Presidente de Extremadura por un lado y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE por el otro. Su influencia en la agenda del partido y capacidad de presión sobre el Gobierno han sido claras en la última legislatura.
Secretario General del PSOE de Extremadura, Secretario Ejecutivo de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, del llamado sector "guerrista" aunque irreductiblemente fiel a Extremadura por encima de la disciplina de partido.

WEB Rodríguez Ibarra

Y como ejemplo de élite que circula tenemos a Alberto Ruiz Gallardón, que ha pasado por la Comunidad de Madrid como Presidente y actualmente dirige el municipio desde su posición de Alcalde. Todo apunta a que en un futuro no muy lejano dará el salto a la carrera por llegar a la Moncloa. Incluimos una página personal para la campaña municipal de 2007.
WEB electoral Ruiz Gallardón

lunes, 19 de marzo de 2007

Michels

Robert Michels (Alemania, 1876-1936). Con el propósito inicial de demostrar las bondades de su partido socialdemócrata compuso su obra clásica, Los Partidos Políticos, sin embargo la tesis final fue "la ley de hierro de los partidos", es decir, la inevitabilidad de la formación de oligarquías dirigentes en todos las organizaciones. Esta desilusión terminó por desviar sus simpatías hacia el fascismo.

Enlaces de interés:
Wikipedia
INEP

Extractos de Los Partidos Políticos (1969, publicación en español):
"...cuando terminan la jornada de trabajo, los proletarios solo piensan en descansar, y en meterse en la cama temprano. Quienes ocpuan sus lugares en las reuniones son los pequeños burgueses..." (1969: 97)
"...la organización es el arma de los débiles en su lucha contra los fuertes" (1969: 67)
" La mayoría de los miembros es tan indiferente a la organización como lo es la mayoría de los electores al parlamento" (1969, 96)
"En un principio los lideres surgen espontaneamente, sus funciones son accesorias y gratuitas. Pronto, sin embargo, se hacen lideres porfesionales y en esta segunda etapa del desarrollo son estables e inamovibles" (1969, 289).

Fiel a su ideología izquierdista Michels consideró que la organización era el arma que la clase obrera debía esgrimir frente a la minoría burguesa. Por desgracia esta misma organización crea las condiciones para que la masa obrera sea igualmente dirigida por sus líderes de clase.
Las posiciones adquiridas por los portavoces en los primeros momentos de la organización se vuelven permanentes a medida la estructura se consolida. Entonces los portavoces se transforman en líderes y los movimientos, asambleas, círculos... en organizaciones institucionalizadas e integradas en el sistema político. Esto no es malo: por supuesto el índice democrático y participativo disminuye dentro de la organización pero a la vez aumenta con respecto al sistema con el que pretende interactuar. El sistema debe estar institucionalizado para que el Estado pueda ejercer el poder y esta lógica se imprime en los grupos que buscan influir en él. Especialmente si estos grupos son débiles cuantitativa o cualitativamente la organización, como señala Michels, es el arma más eficaz para lograr influencia.
Pero aquí llegamos al fondo de la cuestión. El problema no es tanto que las organizaciones sean estructuralmente oligárquicas sino que sus miembros son irresponsables al no frenar esta tendencia. La responsabilidad es de los miembros, no de la organización. ¿Como vamos a exigir democracia popular si la gente no está dispuesta a implicarse? Si los proletarios alemanes de principios de siglo XX, con toda la efervescencia social que había entonces, sólo pensaban en irse a casa después del trabajo, más aun lo pensaran nuestros trabajadores de cuello blanco con sus hogares equipados con todo tipo de entretenimientos.
Hoy como entonces sólo una minoría se interesa por mejorar las condiciones de todos los demás. Este compromiso no surge por casualidad sino en individuos predispuestos al liderazgo, con espíritu emprendedor, que cuentan con las ganas y la capacidad, es decir, tipos diferentes del resto. No resulta extraño que esa minoría tome con el tiempo posiciones dirigentes y se vaya alejando poco a poco de la gente por la que antes luchaba. Para ejemplificarlo nada mejor que los voceros del 68 francés: movilizadores estudiantiles y revolucionarios entonces, hoy gracias a ese capital humano toman posiciones entre las más selectas élites galas.

ANEXO:
El poder de la organización en China, el paraíso comunista
del orden y la disciplina.

lunes, 12 de marzo de 2007

Mosca:

Gaetano Mosca (Italia, 1848-1941) es junto a Pareto y Michels el gran estudioso de las élites. Combinó su carrera académica con la labor política. Sus ideas clave sobre las élites son la dualidad gobernantes-gobernados, la permanencia histórica del gobierno de la minoría, la necesidad de organización y la circulación de las élites.

Enlaces de interés:

Wikipedia
UCM


1. ¿Qué ideas expresadas por Mosca en el texto pueden encontrarse en la actualidad (aunque sea con matices)?
La idea de que la minoría de poder está organizada y que esa organización es precisamente la condición de su poder es más válida si cabe en nuestras sociedades burocratizadas. El perfeccionamiento de sus estructuras organizativas ha sido una constante aspiración del poder que alcanzó su cenit con el surgimiento de la moderna burocracia. Sus características básicas, división del trabajo, profesionalización, neutralidad, que analizaran en su momento Mosca y más aún su contemporáneo Max Weber, se complejizan hoy con nuevos métodos de trabajo, uso de la informática, manejo de estadísticas, que consolidan el poder de la organización y su control de la población. En resumen, la organización de la minoría se sofistica en nuestros días gracias a la colaboración del aparato académico con disciplinas propias como la Teoría de las Organizaciones.
El pluralismo se ha consolidado como la modalidad más cercana al funcionamiento real de nuestras democracias: varios grupos, cada uno con sus respectivas élites, compiten por hacerse con el poder, para lo cual recurren al apoyo social, mayoritariamente estratificado en grupos de interés para demandas específicas (el sistema general no se discute), con lo cual los ciudadanos pueden satisfacer sus exigencias y las élites circulan en el proceso electoral. Además hoy están especialmente activos los grupos de presión que son un claro ejemplo del potencial de la organización para influir políticamente.
Las cualidades de las nuestras élites no han cambiado mucho con respecto a los años de Mosca (fortaleza, liderazgo, inteligencia, confianza...). Si acaso sí podemos observar mayor peso de las cualidades aparentes, a lo que sin duda ha contribuido la espectacularización de la política por parte de los medios de comunicación. En efecto la videopolítica prima la imagen del candidato sobre su mensaje con lo que puede perfectamente construir su carisma de la nada. La Democracia ha conseguido que la renovación de la élite (al menos la política) sea más rápida aunque su solidaridad profesional limiten la sustancialidad de los cambios. Del mismo modo ha conseguido aumentar la presencia e influencia de la clase intermedia como estrato que permanece a los cambios políticos (funcionarios profesionales) y que puede también organizarse para lograr ciertas cuotas de poder.

2. Partiendo de la idea de que las minorías gobernates tienen unas cualidades y que estas son diferentes en las distintas sociedades. Si estas existieran ¿Cuáles sería las "cualidades" hoy en día?
Desde luego conciencia de clase (como sostenía Mosca frente a Pareto), con alta solidaridad corporativa en defensa del sistema que les da de comer por encima de las diferencias partidistas. Dijo un estudioso francés de principios del s. XX que "hay más similitudes entre dos diputados de los cuales uno es revolucionario que entre dos revolucionarios de los cuales uno es diputado".
Otra cualidad es la enorme distancia que separa a la ciudadanía de la clase política. El poder se hermetiza, los partidos se vuelven maquinarias propagandísticas más que órganos de participación y el contacto con el eletorado se vuelca en los medios de comunicación de masas, retornando en parte a las formas de la democracia censitaria. Pero en un contexto de soberanía popular como en el que vivimos esta distancia puede volverse peligrosa para la propia supervivencia de las élites. Curiosamente el descrédito de toda la clase política sin distinciones genera una imagen de ausencia de alternativas que contribuye a mantener el status quo. Pero no podemos descartar formas de ruptura total como la acontecida en Venezuela.
Y como decíamos en la pregunta anterior las cualidades de las élites actuales descansan más en la apariencxia que en la realidad. Los medios de comunicación de masas ofrecen una imagen simplificadora de los hechos y las personas y a su vez los partidos emiten sus mensajes teniendo en cuenta esta simplificación. Resultado: la política se vulgariza, los programas importan poco y todo se reduce la imagen que el político dé en pantalla. Si éste tiene o no cualidades lo desconocemos en gran parte pero asumimos que el candidato es sólo una cara, a veces una marioneta, en manos del aparato del partido. Por tanto tenemos que la cualidad más importante en un político es muy sencilla, saber hablar. Tener oratoria, mantener el tipo, manejar el lenguaje audiovisual, resultar atractivo, son las premisas que debe practicar todo aspirante a la élite.

3. ¿En qué sentido puede aplicarse hoy en día la idea de que "todas las clases políticas tienden a volverse hereditarias"?
Las cualidades necesarias para convertirse en élite se pueden adquirir aunque las posiciones iniciales determinan nuestras posibilidades. La Democracia pareció abrir la puerta a la clase política a cualquiera pero su consolidación e institucionalización han supuesto una jerarquía de tramos hasta la cúspide política. Por eso resultan tan esenciales los contactos personales, vínculos familiares o relaciones profesionales para entrar en la carrera política. De ahí que en efecto las clases políticas tiendan a volverse hereditarias debido a la dificultad de entrar y progresar en la carrera política si no se cuentan con dichos vínculos.

lunes, 5 de marzo de 2007

PRESENTACIÓN

Inauguramos aquí este blog dedicado al estudio de la elitítis política, la gran pandemia de nuestros cuerpos gubernamentales. A lo largo del curso profundizaremos en el tratamiento de esta terrible enfermedad cuyos principales síntomas son parálisis creativa, contracción del lóbulo de la responsabilidad, inmovilidad de las extremidades inferiores (que les aferra a su silla) y alergia a la realidad.